A raíz de un debate productivo en el Twitter se nos planteó la necesidad de hacer un mini estudio sobre la situación actual de los programas de reducción de daños, y sobretodo de si tenían aceptación por parte de la población general o no.
Durante todo el mes de octubre, hemos mantenido una encuesta en nuestro blog y propuesto varios debates en las redes sociales (Facebook, Twitter y Linkedin) y hemos analizado la situación con amigos y compañeros, para así recoger información sobre la situación actual.
(ver el post anterior).
En este post nos centraremos, básicamente, en recoger los datos y presentar las conclusiones que hemos extraído.
Cuando yo estaba estudiando el Master en la UB, y empezaba a hacer mis primeros “pinitos” en el tratamiento de las drogodependencias, me encontré con el aluvión de manifestaciones en contra de la sala de venopunción que el ayuntamiento había decidido instalar en las inmediaciones del conocido hospital del Vall d’Hebron. Coincidía que yo tenía clase cada miércoles y que tenía que coger el autobús para poder ir a mi casa.
Recuerdo que aquellas manifestaciones, que no entendía, me fastidiaron y me provocaron más que un dolor de cabeza. Por lo que supongo era algo que tenía pendiente.
En primer lugar agradecer a todas las personas que han colaborado, y a todos los que han dejado su voto y puesto su comentario, como aquellos que no han votado pero también nos han comentado sus opiniones al respecto, o simplemente nos han leído.
A nivel estadístico y numérico, el post de reducción de daños ha sido el segundo más visto del mes. Hemos recibido 20 votos en el blog, 2 comentarios en el mismo, 3 comentarios y 7 retweets en el twitter, 11 comentarios en linkedin, 1 recomendación (El que quiera leer todos los comentarios en linkendin, están disponibles en el grupo psicología y psicoterapia online) y 103 impresiones en facebook, (0’97% generaron reacciones).
En primer lugar recordamos la encuesta y las posibles respuestas:
¿La sociedad está preparada para una prevención de reducción de daños?
- Si, somos una sociedad concienciada.
- Si, siempre y cuando los centros estén alejados de mi rutina diaria
- No, el concepto de reducción de daños no se entiende
A nivel cuantitativo destacar que el 60% de los que han votado han optado por la opción 3, es decir que piensan que la reducción de daños no se entiende. El 25% de los votantes han apostado por la opción 1, en la que los programas de reducción de daños sí son entendibles por la población y por último el 15% han escogido la opción 2, si que se entienden pero fuera de mi rutina diaria.
Aunque la muestra es muy pequeña para poder extrapolarla, si que nos llama la atención la opción más escogida, de que la reducción de daños no se entiende, ya que la mayoría de nuestros votantes y seguidores son profesionales de la psicología o ramas afines, y un porcentaje alto son profesionales que se dedican al campo de las adicciones.
Aspectos más relevantes de los diferentes comentarios recibidos:
Han coincidido algunas personas en comentar que la reducción de daños es difícil de aplicar, porque no se entiende, ni se tiene una noción real de lo que es un adicto. En este sentido, a la persona que desarrolla una adicción, se le atribuyen cualidades como escoria, débil, cobardes,… lo que dificulta la comprensión de este tipo de programas.
Hay personas que no lo ven como una enfermedad, sino como un “vicio”, y eso dificulta que se puedan entender programas de este tipo. Además nos hemos encontrado que profesionales de la psicología, pero no especializados en adicciones, no entendían el concepto y de hecho nos han manifestado que les costaba decantarse por una de las opciones.
Otro de los aspectos que ha aparecido y que pensamos que es importante es la necesidad de este tipo de servicios y la importancia psico-sociosanitaria de dichos recursos. Estos dispositivos son eficaces, como demuestran muchos estudios aquí y en Europa, pero a su vez cuentan con la dificultad de la aceptación social por parte del vecindario. En este punto comentar que, en países como Suiza en 2008, un 68% de la población se mostró partidario de los programas que suministran heroína con prescripción médica. De esta manera, la primera sala de venopunción se abrió en 1986 en Basilea (Suiza) y a partir de entonces se empezó a extender a otros países.
Uno de los aspectos importantes que señala una profesional de drogodependencias, es que los tipos de tratamientos deberían estar separados, es decir los CAS /UCAS o centros ambulatorios donde se realice el tratamiento de las diferentes adicciones por un lado, y los programas de reducción de daños por otro. Y en este sentido creemos que es un aporte muy interesante y que las autoridades deberían de tomar nota.
Los profesionales que trabajamos en las adicciones, para poder adecuarnos a la realidad, deberíamos hacer un estudio de caso, un diagnóstico, y a partir de ahí decidir junto con la voluntad del cliente, que tipo de tratamiento es más adecuado para él/ella. Y en este sentido, como nota personal, recalcar que a veces los profesionales que trabajamos en tratamiento nos empeñamos en que la persona mantenga la abstinencia total, sin ver que eso le ocasiona más problemas de los que sale beneficiado. Y en este sentido, me gustaría pedir a los profesionales de las drogodependencias que estén interconectados (prevención, tratamiento, reducción de daños) para así mejorar en eficacia y eficiencia y analizar que es lo mejor para la persona.
En este punto me gustaría añadir, que la participación del profesional de la salud es central y debe ser activo, negociador y entendedor de la complejidad humana. Como también es importante que cada sociedad realice sus estudios sobre este tipo de recursos, ya que como señala una compañera mejicana, es necesario generar investigación desde adentro y/o trabajando en comunidades.
Por último recalcar, los comentarios respecto a realizar una educación temprana, ya desde pequeños y desde el sistema educativo. Y que la prevención tiene que convertirse en el eje central de todo.
Referente al término de prevención destacar las divergencias que hay en torno a este concepto y los variados significados que tiene. En este sentido, prevención es intervenir en personas que han probado las drogas, personas que no lo han hecho e impedir el surgimiento de conductas desviadas.
· Conclusiones
- Es importante que la sociedad entienda que la adicción es una enfermedad, que se puede tratar, pero que en algunos casos la persona no está preparada para dejar el consumo y que las EVAs funcionan además de un recurso para reducir daños, un espacio donde poder hablar, no ser estigmatizado, y es necesario en nuestra sociedad.
- También es importante que las entidades locales, se impliquen en la concienciación de la importancia de estos recursos, y que ayuden a los profesionales a trabajar adecuadamente, sin crear tensión vecinal, sino todo lo contrario.
- Queda mucho camino por recorrer en la reducción de daños, pero esperamos que algún día nos podamos equiparar a nivel europeo, en este tipo de recursos.
(Esperamos haber recogido fielmente todos vuestros comentarios, y esperamos vuestra colaboración para otros posibles debates, de nuevo muchas gracias por participar).
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