A lo largo de este post, queremos explicaros el proceso de la recaída, para poder aprender los pasos estipulados y así poder pararlo a tiempo, y si no se consigue, analizar el proceso personal nos puede servir para aprender de la situación y evolucionar así en la abstinencia, siempre con un psicoterapeuta especializado.
La recuperación de la
adicción debe ser un proceso activo. Las personas en recuperación deben tener
un programa activo que les ofrezca una guía para poder vivir efectiva y
satisfactoriamente.
La recuperación es como subir por una escalera mecánica que desciende.
Uno no se puede quedar quieto, porque esto le supone bajar. No hace falta que
hagas nada en particular para que aparezcan los síntomas y/o situaciones que te
pueden llevar a recaer. Todo lo que pasa es que no estás poniendo en marcha
mecanismos activos para mantener la abstinencia.
La recaída es un
proceso, una cadena sucesiva de conductas, actitudes y sucesos que se inician
un cierto tiempo antes de que se comience de nuevo con el consumo.
Es difícil encontrar el punto exacto donde realmente
empieza una recaída. Pero sí que podemos mostrar un seguido de fases o pasos
que pueden dar forma al proceso de manera general y esquematizada. Así mismo, no a todo el mundo afecta igual, ni
sigue todos los pasos, ni de la misma manera, ni de modo lineal y continuado.
Incluso a veces puede darse de manera más o menos consciente.
Como ya hemos anotado, es de suma importancia un
programa activo de mantenimiento de la abstinencia y prevención de recaídas,
siendo recomendable la terapia y ayuda profesional durante almenos los dos años siguientes de manera continuada
e ir alargando los intervalos en el tiempo…
Entendemos la recaída como un paso
atrás, bajar un escalón (¡o más!) pero nunca como una vuelta al principio o una
desaparición de la escalera. No es algo catastrófico e irreparable, así que el
apoyo ayuda y el asumir que se necesita ayuda es lo que va a evitar que lo sea.
Generalmente el proceso de recaída se inicia por un
CAMBIO. El cambio es una parte normal de la vida, pero también una causa
importante de estrés. El cambio puede ser externo o interno, y puede ser
positivo y negativo.
POSITIVO
(Ej. Ascenso
en el trabajo)
1. CAMBIO = REACCIÓN (¿ESTRÉS?)
NEGATIVO
(Ej.
Muerte familiar)
2. REACCIÓN: Nuestra reacción ante este cambio. La acumulación
de cambios y acontecimientos vitales (ya sean positivos o negativos) son una
fuente de estrés.
La acumulación de estrés nos hace sentir una reacción
muy intensa o una reacción derrotista de fracaso ante ese cambio. No sabemos
como manejarla y destaca una fijación y una escalada de los problemas. Además
está muy arraigado que en nuestra época de consumo, cuando no sabíamos manejar
una situación o nos encontramos angustiados por algo ¿Qué hacíamos? Consumir.
3. NEGACIÓN: En el trastorno por dependencia destaca, con un
papel importante, la Negación. Negamos la existencia de los problemas, o los
minimizamos. Se maneja el estrés con la misma clase de negación que se usaba
antes para justificar el consumo. “No tengo ningún problema. Puedo manejarlo.
Todo va bien”. Hay activación de pensamientos encubiertos y sentimientos
(confusión, irritabilidad, depresión, alegría culpabilidad y/o insensibilidad)
pero fracasan la utilización de sistemas de soporte y medios de recuperación. No se consigue
explicar sinceramente los sentimientos (terapia, circulo afectivo…)
transmitiendo una imagen de sí mismo incompleta o inadecuada. En estos momentos
pueden experimentarse deseos de consumo activos.
4. Fallos en la obtención de apoyo: El adicto empieza a faltar a los encuentros con el
grupo o terapeuta, y deja de hablar de sí mismo. Al no acudir a esas reuniones, no obtiene
la ayuda que necesita para enfrentarse a esas situaciones y para manejar los
sentimientos que le desbordan. Es normal que en el punto en el que se
encuentra, empiece a experimentar ciertas apetencias.
5. Mentir: Incorporamos de nuevo está
manera de hacer, de la conducta adictiva. Tapamos al principio pequeñas cosas,
decimos pequeñas mentiras, empezamos a manipular situaciones o a personas.
Tratar de que “la gente me deje tranquilo”. Puesto que la sinceridad es
primordial para la recuperación, el adicto al mentir se está encaminando a la
recaída.
6. Agravamiento de Problemas: Los problemas aumentan porque el adicto los está eludiendo. Los
problemas originales se complican en forma de “bola de nieve”, o con otros
nuevos que van apareciendo cuando el pacienten tiende a ignorar los anteriores.
El estrés aumenta hasta perder el
control.
7. Aislamiento: hay una
reacción derrotista, y se es consciente de que las cosas ya no van bien, no
encerramos en nosotros mismos. Nos aislamos del mundo. Quizás porque en el
fondo sabemos que las cosas no se están haciendo como debieran, y con miedo a
ser descubiertos dejamos de mantener o cortamos todo tipo de relación con los
otros. Aparecen más sentimientos de frustración, desesperación, autocompasión y
pensamientos obsesivos sobre el uso de la droga.
8. Desesperanza. Te sientes incapaz de hacer algo. Sentimiento de que
no hay solución, se comienza a percibir la situación como un punto del cual no
puede escaparse. Aparece la
sensación de fracaso. El fracaso puede ser real o imaginario. Se empieza a
desarrollar la creencia de que “estoy haciendo todo lo mejor que puedo y la
sobriedad no funciona” y comienzan los pensamientos positivos acerca de los
“buenos momentos” experimentados con el consumo. La recaída parece enteramente
justificable.
9. AUTOSABOTAJE: Con
mayor frecuencia el adicto se encuentra con situaciones de riesgo o aparecen
sutiles actos de sabotaje (proximidad lugares de consumo, música relacionada,
dejadez…). Piensa en utilizar la droga pero se reprime. Puede darse el caso de
que hagan sustituciones de usar su droga habitual.
A menudo, cuando llevas un tiempo considerable de
abstinencia, aparece también la idea de “premio”: una manera de probar que puedes volver a
consumir de manera controlada o de la misma manera que al principio, un consumo
idealizado… provocaría lo que podemos llamar una “recaída premeditada”…
10. Consumo: Los deseos,
ya irresistibles y urgentes, llevan a la persona a obtener y usar la sustancia.
Bibliografía utilizada:
Washton, A.M, Boundy, D; Querer no es poder, Ed. Paidós
Washton, A.M; La adicción a la cocaína, Ed. Paidós
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